Acerca del logotipo de la Asamblea 2010
Con su escueto y sencillo diseño, el logotipo pretende combinar diversos elementos en una sola imagen gráfica.
La cruz en el centro indica claramente que Jesucristo, el Crucificado, es el Señor de la Iglesia. La cruz tiene una forma curvada, enfatizando que no se trata de algo inerte, sino viviente y dinámico. Su sutil curvatura hacia arriba simboliza nuestra esperanza en la resurrección.
La cruz está rodeada por un estilizado capullo. Dibujado con un solo trazo en un verde vivo, este capullo simboliza la vida y el crecimiento que Dios regala a toda la creación. También simboliza el Reino de Dios, el cual crece y se extiende.
El capullo abriéndose representa “nuestro pan de cada día“. Todo pan, todo alimento, tienen comienzos humildes. Cada planta inicia con una frágil semilla, la cual solamente al caer a tierra y morir puede llegar a ser una gran planta que tendrá mucho fruto.
Las pocas pinceladas del logotipo manifiestan inequívocamente hasta qué punto la humanidad depende del pan de cada día, y lo sencilla y sin embargo vital que resulta esta petición del Padrenuestro. El carácter acogedor y alentador de este logotipo quiere asimismo reflejar la bondad de Dios, que se nos hace presente en el pan y en el vino, frutos de la tierra, en la cual reconocemos la presencia del Crucificado y Resucitado.
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