El Rev. Gerald Kieschnick, presidente de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri y del Concilio Luterano Internacional (CLI), saluda a la Undécima Asamblea. © FLM/Erick Coll
25.07.2010
El Presidente del CLI teme que la Reforma y la verdad bíblica se estén perdiendo
Sin embargo, el dirigente agradece los lazos con la FLM
STUTTGART, Alemania, 25 de julio de 2010 (LWI) – El presidente del Concilio Luterano Internacional (CLI) agradeció las relaciones establecidas con la Federación Luterana Mundial (FLM), aunque al mismo tiempo lamentó la dirección tomada por algunas iglesias miembro de la FLM sobre cuestiones de sexualidad.
El Rev. Gerald Kieschnick, que es también presidente de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri, una denominación de los Estados Unidos de América, habló ante la Undécima Asamblea de la FLM que se celebra del 20 al 27 de julio en Stuttgart, Alemania.
Kieschnick dijo que temía que “muchas de las verdades sagradas de las Escrituras que precipitaron la Reforma corran peligro de perderse”.
Para Kieschnick, los desafíos a la verdad cristiana han sido “tolerados primero, aceptados después y ahora afirmados”. Los/as cristianos/as de hoy en día, añadió, no tienen “un consenso general, y por supuesto tampoco un acuerdo total, sobre lo que constituye el matrimonio a los ojos de Dios o los comportamientos sexuales que son aceptables”.
El Presidente del CLI se estaba refiriendo a la controversia en el luteranismo y otras denominaciones sobre si se deben bendecir las uniones entre personas del mismo sexo o permitir que las personas homosexuales no célibes sirvan como pastores/as y trabajen en otros puestos de la iglesia.
El CLI, una comunidad de iglesias luteranas conservadoras en todo el mundo, aprobó una declaración el año pasado que considera “la homosexualidad como una violación de la voluntad de Dios”, dijo Kieschnick.
Algunas de las 34 iglesias que están en el CLI son miembros asociadas de la FLM. Varias iglesias miembro de la FLM han tomado medidas para apoyar las uniones entre personas del mismo sexo y permitir que personas homosexuales que mantienen relaciones estables sirvan como pastores y pastoras.
“Comparto estas palabras con la Asamblea no para juzgar, ni ignorando la viga que está en mi propio ojo”, afirmó, “pero con gran pesar”. Kieschnick dijo que dicha polémica puede conducir a “luchas internas significativas, un serio conflicto espiritual e incluso un cisma orgánico”.
A pesar de su preocupación por que los principios de la Reforma y la verdad bíblica estarían en peligro en algunas iglesias de la FLM, Kieschnick se refirió al presidente de la FLM, Obispo Mark Hanson, como “mi hermano en Cristo” y dio gracias por su amistad.
“Aunque no estamos de acuerdo sobre numerosas cuestiones de fe y vida”, dijo Kieschnick, “valoro sinceramente su compañerismo fraternal y espíritu amable, y oro para que Dios bendiga sus futuros proyectos.”
El mandato de Kieschnick como presidente de la Iglesia Luterana-Sínodo de Missouri, que integran 2,3 millones de miembros, ha llegado a su fin. Si bien era candidato a la reelección, el Rev. Matthew Harrison fue elegido presidente por un escaso margen cuando la iglesia se reunió este mes en su convención. (450 palabras)
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