El 21 de julio, el metropolitano Prof. Dr. Gennadios de Sassima del Patriarcado Ecuménico, copresidente de la Comisión Conjunta Luterano-Ortodoxa sobre el Diálogo Teológico, saluda ecuménicamente en nombre del patriarca ecuménico Bartolomeo, arzobispo de Constantinopla y Nueva Roma, a la audiencia reunida con motivo de la Undécima Asamblea de la FLM, 20-27 de julio de 2010. © FLM/Erick Coll
22.07.2010
Se necesitan “respuestas proféticas para la humanidad”
El Patriarca Ecuménico llama a la comunión luterana a buscar una nueva visión para el futuro
STUTTGART, Alemania, 22 de julio, 2010 (LWI) – La petición del Padrenuestro elegida como tema de la Undécima Asamblea de la FLM, “Danos hoy nuestro pan de cada día”, es “excepcionalmente oportuna hoy frente a la situación trágica que vive gran parte de la humanidad”, ha dicho el Arzobispo de Constantinopla, Nueva Roma y Patriarca Ecuménico, Bartolomé I, en un mensaje leído en su nombre a la reunión ayer.
“Esto es particularmente cierto para una gran proporción de la población que vive en el hemisferio Sur de nuestro planeta, quienes enfrentan el hambre día a día” afirmó Bartolomé, contrastando la situación de estos últimos con “la comodidad y la prosperidad” que disfrutan muchos en las sociedades occidentales. Para el Patriarca Ecuménico, “el respeto de la dignidad humana se ha perdido en las mentes y los corazones de la gente”.
“Ésta es una situación totalmente inaceptable e inhumana, y crear respuestas proféticas para la humanidad constituye un desafío social a todos los cristianos y al mundo entero”, dijo el Patriarca Ecuménico. Su mensaje a la Asamblea de la FLM fue leído durante la primera sesión plenaria por el Metropolitano Gennadios de Sassima, co-presidente de la Comisión Mixta Luterana-Ortodoxa.
La Undécima Asamblea de la FLM se lleva a cabo del 20 al 27 de julio en Stuttgart, Alemania. Asisten más de mil participantes provenientes del mundo entero, entre ellos 418 delegados de 140 iglesias miembro en 79 países.
Según Bartolomé, la Asamblea de la FLM marca el “comienzo de una nueva era en la historia de las iglesias (luteranas) y en general en todo el movimiento ecuménico”. Los delegados y delegadas “son llamados a buscar una nueva visión hacia el futuro, nuevas formas de diálogo con otras iglesias cristianas, entre éstas la Iglesia Ortodoxa, y nuevas formas de cooperación e interacción con todo el movimiento ecuménico”, puntualizó.
Bartolomé ofreció una evaluación del diálogo Ortodoxo-Luterano que se ha estado llevando a cabo durante los últimos 29 años: “Reconocemos sinceramente que el camino por delante de nosotros, hacia la esperada unidad, será largo y difícil.”
No obstante, el Patriarca Ecuménico también destacó que, para los ortodoxos, “tal diálogo existe solamente para alcanzar la meta de la comunión y que en esa tarea no deben darse desviaciones hasta lograr el objetivo”.
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